martes, 29 de diciembre de 2015

El viejo

El viejo daba largos paseos
con su bastón de madera.
Les miraba el trasero
a las chicas
y recordaba 
los viejos tiempos.

Después 
se sentaba en un banco
a hablar con los gatos
y a contar las hojas 
caídas.

De vez en cuando 
movía los dedos
y pensaba 
en su encorvada vida.

El comedor abría a la una.

Quedaba todavía tiempo.

G.Z.

Low cost

Cuento seis maletas
encima del armario.

Demasiado.

La vida de un hombre
debería caber
al máximo
en un bolso de mano.

Siempre debe mantenerse
suficientemente vacío.


G.Z.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Amor

                     a Charles Bukowski, claro...


Se acomodó la dentadura
delante del espejo.

Tú eres diferente, dijo.
Conoces las reglas.

No se lo dije, pero
mis únicas reglas eran:
beber
escribir
y elegir la mejor puta
entre las más baratas.

El cenicero estaba lleno de
colillas y el suelo
necesitaba un barrido.
Su pelo un lavado.

Se dio la vuelta hacia mí.
No era más que un puñado de arrugas.
La bata tenía agujeros
y manchas, aquí y allá.

Hoy gratis, dijo.

Podría enamorarme, dije.

No. No te enamores.
Es la primera regla.

G.Z.