Las penas las cubres
de plantas regadas
listas de compra
sumas y restas;
camisas
pantalones
sábanas
planchadas.
Las menores las rehogas
con sonrisas, les quitas
la acidez
especiándolas.
Las mayores
-simplemente-
en el mortero
bien machacadas.
Más milagro
que la medicina
opera el alimento
compartido.
El saludo cordial
el prodigio social
del tiempo
y su comentario.
Cautos siempre:
la verdad ajena
se escucha con
la mirada.
Los ojos son
carne y voz del tiempo
no mienten
alejan lo extraño.
Eso hiciste con las penas
vieja, durante noventa y pico
de años.